"quiero morir
mirando el monte Fuyi,
y de repente."
haiku del 1877
tardes alicaídas
en las que sólo corren las sombras
las piezas son puntiagudas como
palabras que cuelgan
pasa una muchacha y sus ojos
encuestan la tristeza de mi gesto
absurdo decorado
sucias palomas en la baranda
ya te advertí
que mis alas tienen plumas grises
el poema me está arrastrando
como el tornavoz de un amor que vuelve...
20.1.05
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