alejandra ahorcaba todos sus nombres en la nada
a girondo la muerte le leía la prensa
yo pienso en ella tiernamente
como una pariente solterona y simpática
que te regala caramelos
pero
si no me arranco la piel
entre sus silencios
y los pretextos de dios para escapar
de su obligatoria piedad
es por pereza y por vagancia
cuesta mucho trabajo este odio a medias
9.1.05
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