mi querido señor rainer maría rilke
prometo que he intentado al pie de la letra
seguir los consejos que sugiere
en sus cartas a un joven poeta
a lo que se refiere a la soledad
-inmensa soledad- no puedo negarlo
estoy probando de resumirla
para que me quepa en una maleta;
pero todo eso de la naturaleza
de abandonar la cotidianidad y
dejarse absorber por ella
hasta que fluya el poema, le aseguro
me ha sido imposible
el único árbol
que había en la plaza
lo cortaron el miércoles
para que pudieran pasar los coches
las flores que he buscado, se llenaban de polvo
en el jarrón
si me impregno de todo esto
y lo dejo fluir,
como aconsejó,
se me aparecen extrañamente
versos tristes
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